el campeón

08 marzo 2011

Notas sobre "De la arquitectura alemana"

¿Qué habéis realizado vosotros para que os sea permitido sentir desprecio?

Si tú, antes que medir, hubieras sentido, luego habría bajado hacia ti el espíritu de las moles que mirabas asombrado; no las habrías imitado simplemente porque los antiguos lo hicieron así y porque es bello; habrías creado tus proyectos con arreglo a la necesidad y verdad, y de ellos habría brotado, con espíritu formativo, la belleza viva.

Resultado de la “imitación”: apariencia de verdad y belleza.

La madre naturaleza desprecia y odia lo inadecuado e innecesario. Así van marchando las cosas, el capricho del artista sirve a la porfía del rico.

Para el genio los principios son más nocivos que los ejemplos. Es posible que antes de él algunos individuos hayan elaborados partes individuales; él es el primero de cuya alma brotan las partes crecidas juntas en un todo eterno.

Pretendes enseñarnos qué es lo que nos hace falta porque aquello que nos hace falta, de acuerdo con tus principios, no tiene justificación.

Nuestras casas no se originan a partir de cuatro columnas en cuatro ángulos; se originan en cuatro paredes en cuatro costados, las que hacen las veces de todas las columnas imaginables, y las excluyen a todas, y donde las colocáis de añadidura son una carga superflua.

Erwin von Steinbach construyó la Catedral Notre-Dame de Estrasburgo.

Goethe se declara: empedernido enemigo de las confusas arbitrariedades de los adornos góticos. Yo, tan poco inteligente como un pueblo que llama bárbaro a todo el mundo desconocido, designaba como gótico a todo cuanto no entraba en mi sistema.

¿No debería, entonces, irritarme, oh San Erwin, cuando el conocedor alemán de arte [Goethe mismo], haciendo caso a los decires de vecinos envidiosos, desconoce sus ventajas y empequeñece tu obra con la palabra no entendida de gótico, mientras debería dar las gracias a Dios por poder pronunciar en voz alta: he aquí la arquitectura alemana, nuestra arquitectura, ya que los italianos no pueden vanagloriarse de una arquitectura propia y mucho menos aún los franceses?

La obra del maestro, quien el primero juntó en su creación los elementos dispersos en un todo viviente.

Quieren haceros creer que las bellas artes surgieron de la tendencia –nuestra, según ellos– de embellecer las cosas en torno de nosotros.

El arte es formativo mucho antes de ser bello. Porque en el hombre hay una naturaleza formativa que, una vez asegurada la existencia humana, en seguida se muestra activa.

Arte característico: el único verdadero. Cuando irradia sus efectos a partir de una sensación cariñosa, unitaria, propia e independiente; despreocupado de todo lo ajeno y aún desconociéndolo, entonces no interesa si nace de un salvajismo rudo o de una sensibilidad culta.

¿Y nuestra era? Ha renunciado a su genio y envía a sus hijos a todas partes a fin de que recojan para su perdición plantas ajenas.

Fuerzas propias: por regla general, la naturaleza educa a estas fuerzas.



*Anotaciones hechas sobre el artículo "De la arquitectura alemana" de J. W. von Goethe.

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